Si nuestra antena emite ondas electromagnéticas con una frecuencia de 10 KHz (correspondería a la banda de “onda larga”) la longitud de onda sería de 30 Km. Con circuitos eléctricos podemos modular su amplitud con el SONIDO, acoplando un circuito con un micrófono. En este micrófono, las vibraciones del sonido, hacen vibrar la membrana que (con un campo magnético) genera corrientes eléctricas oscilantes con la misma frecuencia que el sonido (BF). Si la oscilación de alta frecuencia de la antena se acopla a la de baja frecuencia del sonido, podemos obtener una Amplitud Modulada por la baja frecuencia.
Un sonido de 1000 Hz puede modular la amplitud de la onda electromagnética con unas oscilaciones máximas y mínimas de amplitud que se repiten con dicha frecuencia y que en la onda electromagnética supondrán una longitud de onda de 300 km . Luego, en cada oscilación de la amplitud tendremos 10 oscilaciones de la onda electromagnética portadora.
Si nuestro sonido es de 500 Hz puede modular la amplitud de la onda electromagnética con oscilaciones de amplitud que se repiten cada 600 Km; luego, en cada oscilación de amplitud tendremos 20 oscilaciones de la onda portadora.
Estas ondas electromagnéticas de longitud de onda tan larga, (muy baja frecuencia VLF) cuando se propagan para largas distancias pueden necesitar sistemas de amplificación o repetidores.
Las ondas de radio de onda corta (alta frecuencia 1MHZ) se propagan reflejándose en la ionosfera.
Cuando estas ondas moduladas, llegan a la antena receptora, tiene lugar el proceso inverso al circuito emisor. Un sistema electrónico filtra la frecuencia portadora de 10 KHz y sólo nos queda la del sonido en forma de corriente eléctrica oscilante, que comunicada al circuito del altavoz (con un campo magnético como el micrófono) hace vibrar la membrana y se genera el SONIDO.
|